Su nombre era Wu Zetian, y en el siglo VII d.C. se convirtió en la única mujer en más de 3.000 años de historia china que gobernó por derecho propio.
Wu (siempre es conocida por su apellido) tiene todo el derecho a ser considerada una gran emperatriz. Ocupó el poder durante más de medio siglo, primero como consorte del Emperador Gaozong, luego como el poder detrás del trono que ostentaba su hijo menor, y finalmente (desde 690 hasta poco antes de su muerte en 705) como monarca. Despiadada y decisiva, estabilizó y consolidó la dinastía Tang en un momento en que parecía desmoronarse, ya que el período Tang se considera la edad de oro de la civilización china.
El éxito de Wu se debe a que instaló una serie de cajas de cobre en la capital en las que los ciudadanos podían publicar denuncias anónimas entre sí, y aprobó una legislación que empoderaba a los informantes de cualquier clase social para viajar con gastos públicos. También mantuvo una eficiente policía secreta e instituyó un reino de terror entre la burocracia imperial., durante la década del 690, 36 altos burócratas fueron ejecutados u obligados a suicidarse, y mil miembros de sus familias esclavizados.